Platos típicos de Europa

10 platos típicos de Europa

Jamón ibérico de bellota español




En España puedes degustar cualquier variedad de jamón serrano pero la más exquisita, sin duda es la del Ibérico de bellota, cerdo de pata negra criado en las dehesas y alimentado solo a base de bellotas. Es típico comerlo en lonchas muy finas, cuya labor requiere un experto en cortar jamón, con pan y vino.

Arancini siciliana



Bolas de arroz fritas y rellenas con carne y salsa tomate. Esta autentica delicia Italiana, se encuentra generalmente en Sicilia. Es un perfecto tentempié, que puedes encontrar en pastelería, antes de comenzar cualquier excursión.

Cochinillo Asado español



Los asados son, sin duda, los platos estrellas en España. El cochinillo es sacrificado a las pocas semanas de nacer, con lo cual la carne es tiernísima pero al asarlo en horno de leña, la piel se queda crujiente y sabrosa. La zona por excelencia del cochinillo es Segovia, unos 100 km de Madrid. De primero, puedes disfrutar de los judiones de la Granja, un guiso excelente en preparación al cochinillo.

Foie Gras francés




La gastronomía francesa es conocida por su delicadeza en la preparación de sus platos. Un plato muy elaborado es el foie gras, hígado de oca o pato, que se prepara cociéndolo durante varias horas hasta convertirse en un paté. Esta delicia se recomienda untar sobre pan con pasas, agregándole trozos de pera o manzana. Para rematar, un buen vino de la región…

Sardinas portuguesas



El pescado es sin duda la especialidad en Portugal, por no mencionar el bacalao, la insignia del país pero otra exquisitez que no puedes olvidar son las sardinas asadas a la brasa. El aspecto es chocante así que no te asustes que se comen enteros, menos la cabeza. Cuando las pruebes, sabrás porque.

Fondue suiza




Todos han probado la fondue alguna vez en la vida, pero como esta no hay ninguna. Hay varios tipos: de queso, como el gruyere y emmental (clásico suizo) que son los fundamentales, de allí se mezclan con otros quesos, de carne en fondue de aceite o una sopa muy sabrosa y, por último, de chocolate, la especialidad suiza. El frío hace que estos platos sean una verdadera necesidad para los vecinos como para los extranjeros, sobre todo los que van a esquiar en los Alpes.

Moussakka griego



Este esplendido pastel de berenjena va relleno de salsa de tomate reducido con vino blanco, carne de cordero picado, bechamel, papas picadas y queso parmesano gratinado. Sus hierbas de la zona como la canela, romero, orégano y pimienta hace de este un plato típico del país.

Gofre belga




Los platos salados son muy importantes pero no podemos irnos de Europa sin probar unos de los dulces más reconocidos a nivel mundial, solo que en Bélgica tiene un sabor exclusivo. Pero cuidado que esta delicia ni se come al desayuno, ni mucho menos con salsas ni fruta, aunque las puedes pedir así también. La forma más típica de comerla y que mejor disfrutarás, es en algún puesto de la calle, recién hecha y sin nada. Al ser preparadas con levadura, su textura es esponjosa. El secreto es añadirle a la mezcla, vainilla y una pizca de canela.

Bacalao irlandés



Aunque Irlanda no es conocida por su gastronomía, no desaproveches la oportunidad de probar unos de sus platos nativos que es un autentico placer, el bacalao rebozado en harina, agua y bicarbonato (Baking soda) creando una mezcla espumosa que al freírla queda crujiente. Acompañadlas con unas patatas fritas, “chips”, y salsa tártara. Todo esto no se puede comer sin una buena cerveza Guinness, bien tirada y fresca a su lado. ¡Te sorprenderá lo exquisito que es!

Manti turca



La cocina Turca tiene mucha influencia asiática por su proximidad al continente. Un ejemplo es el manti, unas empanadillas tradicionales rellenas de cordero, cebolla y perejil que se cuecen en agua y se sirven con salsa de yogur, ajo, pimentón o ají de color y un chorrito de aceite. Este plato espectacular es obligatorio para integrarte en la cultura.




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